NNNNNEYEYEYEYEYEY
LITERARIA
Literaria es una vitrina de textos, relatos, cuentos, poesías, micros, canciones, prosas poéticas, sonetos y letras sueltas que escribo buscando compartir y mover sentimientos y emociones.
jueves, 14 de enero de 2016
viernes, 31 de enero de 2014
OBRA MAESTRA
Como en
un lienzo de Dalí se derrama mi sangre por la alfombra.
Incontenible.
Incontrolable.
Me atrae
su iridiscencia.
No parpadeo.
Tampoco
pienso en el dolor que seguramente martiriza mi vientre. Cuando te clavan
un cuchillo en el medio del abdomen el dolor debería ser normal.
Pero éste no es el caso.
Estoy
obnubilada por la abstracción que sin proponérmelo estoy creando.
Es mi
obra maestra.
La
intensidad del rojo es estrepitosa, lacerante. Con ningún pigmento alcanzaría
esta perfección.
Mi cuerpo
tiene bruscos estremecimientos facilitando que la sangre salga a borbotones. Me
maravilla ver cómo el rojo se deposita en las minúsculas cavidades blancas de
la alfombra y las posee en un orgasmo de color.
Temo que
la fuente de sangre se agote.
Intento
controlar los estertores y dosificar en lo posible su salida.
Detengo
la respiración y el pulso de mis sienes.
Me
tranquiliza notar que mi corazón palpita con suavidad.
Casi en
silencio.
El
surrealismo de mi obra se magnifica.
Las
manchas de color vienen y van y sin proponérmelo, adquieren formas
inimaginables.
Cobran vida,
sal tan, se comen y poseen unas a
otras,
se agigantan hasta devorarme
y luego me desechan.
Este es mi momento cumbre. Estoy en la cúspide de la realización. Mi
paleta es única, los trazos son perfectos, los volúmenes no tiene competencia.
Entonces
el estruendo de una sirena me distrae de mi concentración y el dolor agudo
aparece transformándose en protagonista. La intensidad del dolor compite
abrumadoramente con mi satisfacción. Miden sus fuerzas, los ruidos
avasallan, y el desplome viene cuando unos pasos despiadados pisan mi
obra masacrándola, violándola. La sangre se adhiere en las suelas de sus
zapatos. Las gotas se desvanecen perdiendo su intensidad. Se desparraman
quebrando sus formas y esencias.
Intento
gritar para detenerlos pero los sonidos no cobran vida en mi garganta.
Un impenetrable telón de oscuridad me posee
destruyendo mi obra y seguramente mi vida.
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